Julio Fernández García 31 julio, 2018
Tal y como muestran todos los indicadores, la incógnita de la sostenibilidad de nuestro actual sistema público de pensiones, la cual es totalmente apremiante a día de hoy, se solucionará a medida que surjan efecto las últimas reformas, trasladándose a la insuficiencia, sobre todo, a las futuras pensiones. La tasa de sustitución bajará del 82% al 45% en el 2060, por lo tanto, si queremos mantener el nivel de vida, se antoja caprichosa la necesidad de planificar la jubilación.
La mayoría de los ciudadanos creen tener la jubilación asegurada, pero, a medida que se va aproximando el momento, es cuando empieza a generarse cierta preocupación. Ahí es cuando descubren que la realidad es totalmente diferente, porque sufrirán una merma de ingresos importantes, lo que les impedirá mantener el poder adquisitivo.
La planificación de la jubilación asegura la independencia financiera y el estilo de vida requerido una vez llegada la edad de la jubilación, cuyo fin es proteger a las personas contra el riesgo de sobrevivir a sus recursos financieros. Está dentro de cualquier planificación financiera, cuyo objetivo es compatibilizar los objetivos personales y financieros de cada individuo, fruto de sus exclusivas necesidades y expectativas, con la situación patrimonial en el presente y su potencial proyección futura.
Planificación a la Jubilación es el título del próximo Seminario de Julio Fdez. García que se celebrará en Madrid, presencial y en streaming, el próximo 19 de Octubre, dónde se aborda las cuestiones relacionadas con el Sistema Público de Pensiones, tanto para particulares como profesionales del sector. La situación actual ha dejado de manifiesto la insuficiencia del mismo, lo que ha provocado la necesidad imperiosa de complementar la Pensión Pública mediante el desarrollo de una correcta Planificación a la Jubilación.
Hacia una correcta Planificación a la Jubilación
A la hora de analizar cuándo es el momento ideal para empezar a ahorrar, la respuesta es rotunda: ¡cuánto antes!
Es aconsejable comenzar en el mismo momento en que ingresamos en el mercado laboral. Cuanto antes empecemos menor será el esfuerzo que tendremos que hacer el día de mañana, no sólo por disponer de más años para ahorrar, sino porque a lo largo de esos años, la rentabilidad que pueda generar ese ahorro nos ayudará a conseguir antes nuestro propósito.
En esta fase, denominada de capitalización, las aportaciones realizadas son bajas, aunque la misma tiene una importancia relevante porque genera responsabilidad y compromiso para fraguar nuestro retiro. En las sucesivas fases de maduración y de extinción, el nivel de aportaciones se incrementa gradualmente de manera considerable, ya que nuestra capacidad de ahorro es superior y el horizonte temporal es menor.
No podemos obviar que Planificar la Jubilación es un proceso dinámico, (a corto, medio y largo plazo), que persigue mantener el Nivel de Vida, cubriendo la diferencia de ingresos entre el último salario en activo y la pensión pública.
Es un proceso altamente complicado, ya no solo por la multitud de parámetros que requiere el mismo sino, también, porque es necesario finalizar con éxito todas y cada una de las fases. El Proceso de Planificación a la Jubilación consta de cinco fases perfectamente definidas:
- 1º.- Fase: comenzamos dicho proceso con una total predisposición a la escucha activa, dado que es de obligado cumplimiento recopilar el mayor grado de información posible, tanto objetiva como subjetiva. En esta fase, el famoso refrán, “el que tiene la información tiene el poder”, es absolutamente cierto.
- 2º.- Fase: una vez obtengamos los datos relacionados anteriormente procederemos a realizar un análisis de la situación actual con el fin de definir los aspectos básicos: horizonte temporal, nivel de ingresos y de gastos, por último, el nivel de vida deseado a partir de la jubilación.
- 3º.- Fase: calcular los objetivos financieros a corto, medio y largo plazo. La cantidad a ahorrar de forma periódica vendrá determinada por diferentes factores, pero los más importantes son; la capacidad de ahorro (ingresos y gastos), el nivel de vida deseado una vez jubilados y el horizonte temporal hasta la jubilación.
- 4º.- Fase: elaborar el Plan de Previsión de Personal en base al volumen de aportaciones, estrategia de inversión de la totalidad de las etapas del proceso, valor patrimonial en el momento de la jubilación y, por último, selección de las diferentes alternativas propuestas.
- 5º.- Fase: revisión periódica, siendo irrenunciable llevar a cabo un revisión anual del Plan de Previsión Personal definido con el fin de comprobar si realmente se están cumpliendo los objetivos financieros fijados, si se está obteniendo las rentabilidades proyectadas, si estamos adaptando la capacidad de ahorro en función de la fase en la que nos encontremos en el ciclo de vida del ahorrador y si tendremos que ajustar el plan en base a las posibles modificaciones fiscales que pudiesen haberse acometido.
El aumento de la esperanza de vida ha convertido la jubilación en una etapa extensa de la vida. Una persona puede esperar vivir jubilada de quince a veinticinco años o más. Esto es mucho tiempo. ¿Qué clase de jubilación quiere para usted?, ¿En qué forma deberá gastar su dinero durante la jubilación? ¿Cómo puede prepararse para la jubilación y cuándo debe comenzar a hacerlo?
En cualquier caso, al tratarse de un proceso dinámico en el que deben ser consideradas numerosas variables, tanto económicas como sociales, es aconsejable recurrir a un asesoramiento profesional para estimar de forma razonable cuáles son las necesidades de ahorro para mantener un determinado nivel de vida una vez jubilados.
Julio Fernández García
Experto en planificación a la jubilación