El hecho de querer contar con un seguro de vida suele estar relacionado con la necesidad de protección que todos tenemos, tanto para nosotros como para nuestra familia y también para las personas que queremos. Un seguro de vida de calidad ofrece al asegurado la garantía de que en caso de producirse su fallecimiento, invalidez o grave enfermedad, se indemnizará con una cantidad económica determinada a sus familiares directos o a las personas que estén como beneficiarias de la póliza.
Razones para tener un seguro de vida
Con un seguro de vida, en caso de fallecimiento del asegurado, la familia estará protegida dado que con esta clase de seguros, se busca reducir el impacto económico que supone un fallecimiento.
De hecho, una buena razón para hacerse un seguro de vida es la posibilidad de cancelar la hipoteca en caso de fallecimiento. El fallecimiento de uno de los miembros de la familia puede llegar a desestabilizar por completo la economía doméstica e incluso poner en peligro la propiedad de la vivienda.
Nadie está exento de sufrir un accidente (de trabajo, tráfico, etc.), lo padecer una enfermedad grave. Un seguro de vida de calidad, puede cubrir accidentes e incluso el riesgo de invalidez y también enfermedades graves con una cobertura especial si se sufre una dolencia grave que impida que desarrollemos nuestro trabajo.
Un seguro de vida de calidad puede llegar a asegurar el futuro de nuestros hijos en caso de fallecimiento. Las pólizas pueden ofrecer diferentes soluciones para garantizar el hecho de mantener el nivel de estudios que sus padres les hayan podido dar.
Para finalizar, tampoco hay que olvidarse de la cobertura de los gastos más urgentes tras el fallecimiento, como por ejemplo los del sepelio y el adelanto de los impuestos de sucesiones, también de la protección de nuestros ahorros o incluso contar con una cobertura esencial para los profesionales autónomos.