«Más vale prevenir que curar». Todos hemos escuchado alguna vez este refrán. Exactamente a eso es a lo que se dedica esta especialidad; promociona la salud, ayuda a prevenir enfermedades y gestiona la salud a través de una serie de actuaciones y consejos médicos. Evitar que los trastornos de salud broten y se propaguen es un objetivo crucial de los sistemas de salud pública y privada. Hoy en día juegan un papel fundamental (aún más si cabe) por la crisis sanitaria que estamos atravesando a causa de la COVID-19. Dentro de la medicina preventiva se incluyen las campañas de vacunación, las de prevención de enfermedades de transmisión sexual o las de control del colesterol.
La medicina preventiva no solo detecta potenciales problemas de salud que pueden desencadenar en una enfermedad mayor, sino que se adelanta a esos problemas promocionando conductas saludables. Las enfermedades más comunes que se evalúan en la medicina preventiva son las siguientes:
- Hipertensión
- Nivel alto de azúcar en la sangre (factor de riesgo para la diabetes)
- Colesterol alto en sangre
- Detección de cáncer de colon
- Depresión
- VIH y otros tipos comunes de ITS.
- Mamografía (para detectar el cáncer de mama)
- Prueba de Papanicolaou (para verificar si hay cáncer de cuello uterino)
- Detección de la osteoporosis
¿Qué tipos de medicina preventiva existen?
Son cuatro y se clasifican en función del momento en el que se encuentra la enfermedad:
- Prevención primaria. Recoge todas aquellas actuaciones médicas que se realizan sobre personas sanas. Por esto, este tipo de prevención es la más significativa y eficaz. Existen todo tipo de acciones de prevención primaria que promueven los gobiernos y ponen en práctica los sanitarios como, por ejemplo, las campañas de vacunación infantil gratuitas.
- Prevención secundaria. También llamado diagnóstico precoz o “de cribado”, tiene como objetivo diagnosticar y tratar la enfermedad en estadios muy tempranos. Con ello, las posibilidades de éxito son mucho mayores y el coste asistencial es mucho menor. Un buen ejemplo de este tipo de prevención son las campañas para la detección precoz del cáncer de colon o el cáncer de pecho.
- Prevención terciaria. Una vez el paciente está inmerso en una enfermedad, este tipo de prevención lo que busca es tomar una serie de medidas para prevenir que se agraven sus consecuencias y secuelas. En los casos en los que aparece una hipertensión arterial, por ejemplo, el tratamiento sería evitar un ictus cerebral o un ataque al corazón.
- Prevención cuaternaria. Hablamos de este tipo cuando ya se ha llevado a cabo una (o más) intervenciones médicas por parte del sistema sanitario, pero estas han sido excesivas o inadecuadas. A lo que se dedica la prevención en este caso es a disminuir cualquier deterioro que se derive de la actuación inapropiada que haya tenido lugar.
La medicina preventiva es beneficiosa para todas las personas de todas las edades. Recomendamos que, para tener al día toda la información personal de medicina preventiva, cuentes con un seguro médico que cubra todas las pruebas necesarias. En Grupo Martí Seguros AXA estaremos disponibles para atender cualquier duda que tengas al respecto. No dudes en contactar con nosotros.