Jean Paul-Rignault (Clichy, 1957) se hizo cargo de la filial española del grupo Axa en un momento delicado. Fue en el verano de 2012 cuando la aseguradora anunció la salida del anterior consejero delegado, Javier de Agustín, que llevaba más de 10 años en el cargo. Su sustituto era un auténtico desconocido en España. Provenía de la matriz, donde había sido el número dos del negocio asegurador local y responsable del área de empresas.

Apuesta decidida por los seguros de vida-ahorroUno de los objetivos que se ha marcado AXA para los próximos ejercicios es aumentar el peso del negocio de los seguros de vida en su cartera. “No es que queramos dejar de lado otros ramos, pero consideramos que de cara al futuro es importante llegar a tener una cartera de primas donde las pólizas de vida pesen alrededor del 50% del negocio en España”, explica Jean-Paul Rignault, consejero delegado de la filial.Este ramo asegurador tiene dos ámbitos:los seguros de vida-riesgo, que prevén indemnizaciones en casos de fallecimiento o invalidez, y los seguros de vida-ahorro, donde bajo el paraguas de una póliza de seguro se articula un producto financiero.“En los seguros de vida-riesgo hemos crecido mucho en 2016.

En cuanto a los de vida-ahorro, es un segmento donde todo el sector tenemos que reinventarnos. Los esquemas de ahorro a medio y largo plazo que antes eran válidos ya no son atractivos, por los bajos tipos. Algunos productos casi han desaparecido”, explica el directivo.Uno de los ámbitos que más se está desarrollando es el de los unit-linked: seguros de vida en los que todo el riesgo lo asume el cliente, y que tienen como subyacente uno o varios fondos de inversión. “Aquí hay que hacer un importante trabajo, para profesionalizar al máximo la distribución, y mejorar la concienciación e información de los consumidores”. Rignault recuerda que en 2015 ya tuvieron un crecimiento “espectacular” en la comercialización de unit-linked y que la tendencia se mantuvo durante el pasado ejercicio.Rignault tuvo que hacer un curso acelerado de español y, sobre todo, hacerse cargo de una compañía que venía de unas cifras históricas pero que tenía que acometer profundos cambios, debido en parte a la profunda crisis que atravesaba España. En las primeras cuentas de resultados que presentó, anunció una caída del beneficio del 60%. Axa es el quinto grupo asegurador con mayor facturación en España, con un volumen de primas de más de 2.600 millones de euros. Tiene 2.500 empleados y 7.000 puntos de venta.

P. Los primeros años que pasó al frente de AXA en España fueron duros… ¿Lo más difícil ya quedó atrás?

R. Sí. Los ajustes que hemos tenido que hacer, saliendo de algunos segmentos del negocio que no eran rentables, como el de las flotas de coches, ya han acabado. Para nosotros fue complicado asumir algunas decisiones, sobre todo porque no queríamos que los mediadores dejaran de confiar en nosotros. Ahora eso quedó atrás y hemos cerrado el pasado ejercicio con cifras récord en retención de clientes y renovación de carteras. Lo más importante ahora es que Axa sea reconocida como una marca valiosa para nuestros clientes, para los mediadores y para nuestros empleados.

P. Los primeros resultados que tuvo que presentar de la aseguradora, los de 2013, tenían fuertes caídas de los beneficios…

R. Tuvimos que acometer un saneamiento de las carteras pero, esa fase ya pasó. La situación de la compañía es mejor y podemos pensar en el futuro de Axa España sin tener que estar mirando hacia el pasado.

P. ¿Han logrado volver a superar la barrera de los 100 millones de euros de beneficio?

R. Hemos cerrado el ejercicio 2016 con una cifra de ganancias bastante superior a 100 millones de euros. Aunque lo más importante para nosotros es que hemos cumplido con los objetivos comprometidos con el grupo.

P. ¿Cómo se han comportado los distintos ramos?

R. Hemos conseguido crecer al ritmo del mercado en segmentos como auto, hogar y particulares. Donde hemos conseguido batir al mercado ha sido en los ramos de empresas y accidentes. En el negocio de salud y seguros de vida ha sido un año excelente. Lo más importante es que estamos fomentando una tipología de crecimiento muy sostenible. Aún tenemos inercias importantes que podremos aprovechar en los próximos ejercicios.

P. ¿Han notado mucho la entrada en vigor del nuevo baremo de indemnizaciones para víctimas de accidentes de tráfico?

R. Aunque se empezó a aplicar en enero de 2016, aún es pronto para valorarlo. En los siniestros leves hemos registrado una disminución de las indemnizaciones que tenemos que abonar. En los graves, hay un incremento, pero la valoración de estos casos es lenta y aún no tenemos una foto fija del impacto total. En algunos siniestros, el coste en indemnizaciones se va a duplicar.

P. ¿Cómo afecta a Axa España la salida del histórico presidente del grupo, Henry de Castries?

R. El nombramiento de Thomas Buberl [de nacionalidad alemana] como nuevo consejero delgado es un símbolo.

Demuestra que Axa no es una aseguradora puramente francesa, sino un auténtico jugador global, que busca a los mejores directivos sin importar su nacionalidad. Además, es muy joven. Tan solo 43 años. Así que creo que puede iniciar una nueva etapa brillante para el grupo. Buberl conoce a la perfección la estructura del grupo, tiene un ADN puramente asegurador y está sabiendo cambiar la cultura corporativa.

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