Hoy en día, contar con un seguro de decesos es algo muy común que nos proporcionará la tranquilidad de que cuando nosotros, o un familiar, ya no estemos, el seguro se encargue de todo. Aunque es algo muy extendido, no todo el mundo cuenta con esta clase de seguro, por lo que, llegado el momento, el desembolso económico puede llegar a ser bastante importante.
Los gastos de un entierro
El hecho de no contar con un seguro de decesos puede convertirse en algo bastante importante, económicamente hablando. La media de lo que suele costar se sitúa en torno a los 3.500/4.000 euros, aunque depende de la ciudad, el entierro puede llegar a dispararse y costar hasta 7.000 euros.
Hay gastos obligados que hay que tener en cuenta en este aspecto, pero siempre dependiendo de lo que se quiera realizar. Podríamos decir que lo más básico puede ser (con precios aproximados):
- Tasas, documentos y administración – 175€
- Certificados, esquelas, lápida, misa y flores – 550€
- Traslado y coche fúnebre – 600€
- Tanatorio – 600€
- Ataúd – Desde los 750€
- Alquiler de nicho en el cementerio – Ronda entre los 700€ y los 1900€, dependiendo del lugar.
Los traslados pueden ser otro punto que aumente notablemente el precio final del entierro. Si la persona fallece a mucha distancia del lugar donde se le va a enterrar, el precio aumentará considerablemente por culpa del traslado, que no es precisamente barato. A ello hay que sumar la organización del funeral.
Por otro lado, hay que tener presente los deseos del finado, es decir, si quiere ser enterrado o incinerado. La incineración también tiene su precio y ronda los 500€ haciendo que el precio final siga incrementándose.
No todo el mundo puede hacer frente a esta clase de gasto inesperado, por esa razón, lo mejor es estar preparado para cualquier imprevisto y contar con el respaldo de una buena compañía aseguradora para que el entierro no sea un problema cuando llegue el momento.
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